
¿Alguna vez te a surgido la duda de cómo sería un mundo hecho de golosinas?
Sería muy dulce, eso está claro, pero ¿cómo sería una casa construida solamente por
fresa y chocolate?
Si tuvieramos que construir cada uno su propia casa, a la mía no le podría faltar un jardín,
con libélulas de un tono azul suave, aunque, también podrían saber a menta...
¡No estaría nada mal!
Pero cuando pienso en el peligro que sería despertarse una buena mañana y darte cuenta de
que se han comido parte de tu habitación, no se me hace tan dulce la idea de que mi casa
fuera de golosinas...