
SOPORTES DE LA ESCRITURA:
La escritura ha sido siempre secuencial. Desde la piedra y las tablillas de arcilla, pasando por los rollos de papiro ("volumen" en latín) y los códices de pergamino, hasta desembocar en el papel, todos los soportes documentales permitían únicamente la escritura secuencial. Los rollos de papiro eran muy voluminosos y nada manejables. En el siglo IX comenzaron a plegarse los manuscritos en forma de acordeón. Sin duda, se produjo un gran salto con la utilización de hojas de pergamino cosidas al estilo de los "codex" romanos. Había nacido el libro. El pergamino también permitía escribir por las dos caras y no embebía la tinta, por lo que la escritura se podía ilustrar y los códices manuscritos se convirtieron en verdaderas obras de arte gracias a calígrafos, iluminadores y miniaturistas
1 comentario:
Interesantísimo. Me has ayudado con mi trabajo de latín. Gracias!!!
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